Piedad

1.» Creí comprender que existía una especie de vínculo (de nudo) entre la Fotografía, la locura y algo cuyo nombre yo desconocía. Empecé llamándolo sufrimiento de amor(….)sin embargo no se trataba exactamente de eso: Era una ola más amplia que el sentimiento amoroso. En el amor desencadenado por la Fotografía (por ciertas fotos) otra música se hacía oir, de nombre estrafalariamente anticuado: Piedad(…) Infaliblemente, a través de cada una de ellas yo iba más allá de la irrealidad de la cosa representada, entraba demericialmente en el espectáculo, en la imagen, rodeando con los brazos lo que está muerto, lo que va a morir, tal como hizo Nietzsche cuando, el 13 de enero de 1889, se echo al cuello de un caballo martirizado: se había vuelto loco por Piedad ( Roland Barthes La cámara lúcida pag 127)