Apariencia

 » La apariencia era una fuerza de ocupación de la realidad, se dijo, incluso de la realidad más extrema y limítrofe. Vivía en las almas de la gente y también en sus gestos, en la voluntad y en el dolor, en la forma en que uno ordena las prioridades. La apariencia proliferaba en los salones de los industriales y el hampa. Dictaba normas, se revolvía contra sus propias normas(en revueltas que podían ser sangrientas pero que no por eso dejaban de ser aparentes), dictaba nuevas normas. El nacionalsocialismo era el reino absoluto de la apariencia (Roberto Bolaño 2666)