caleidoscopio

» Se utilizan textos estéticos como prismas en los que los rayos de nuestra mirada se refractan de modo característico. Ahora bien, la experiencia estética se distingue de esa manera de utilizar los textos, como un caledoscopio e un prisma. Un prisma es un dispositivo intempral al que la rotación del caleidoscopio añade el transcurso, destruyendo un primer prisma y recomponiendo inmediatamente otro. La tarea del discurso interpretativo no consiste pues en la ubicación de las pbras de arte como prismas sino en retrotraer cada una de las refracciones prismáticas de las obras ( al servicio de, y posibiltadas por , lo no estético) al proceso que liga la destrucción de una con el surgimiento de otro. Solo en esa tensión entre prisma y caleidoscopio se desarrolla el ensayo estético. Empieza por pulirlo como un prisma que hará posible la refracción de la mirada sobre el mundo. pero al mismo tiempo el ensayo queda marcado, aunque sólo fuera por su caracter hipotético, por la conciencia de que su interpretación, bien entendida, es sòlo un elemento de su rotación caleidoscópica. El ensayo es una interpretación que establece cierto sentido, sisteniendo, con su mismo lenguaje, la conciencia del abismo de todo sentido, tal como lo señala cada instante del desplome en el caleidoscopio…» (La soberanía del arte Christopher Menke Pag 144). Ver estética, abismo