Espía

1.» El espía permanece de pié, inmovil, para levantar planos, un libertino, para acechar a una mujer, ciertos hombre sreflexivos se detienen para ver los progresos de una nueva construcción o de una demolición importante. pero el poeta se queda parado ante cualquier cosa que no merece la atención del hombre reflexivo, de modo que uno se pregunta si es un enamorado o un espía, y qué es lo que mira en realidad cuando lleva largo tiempo observando ese arbol» ( Marcel Proust Misteriosas leyes. en ese Momento)