A
«…el orden alfabético es arbitrario, inexpresivo, y por ende neutro: objetivamente la A no vale más que la B, el abecé no es signo de excelencia, sino sólo de comienzo (el abecé del oficio).
Pero sin duda basta con que haya un orden para que el lugar de los elementos en la serie asuma insidiosamente, tarde o temprano, y poco o mucho, un coeficiente cualitativo. Así como una película de serie «B» se considera «menos buena» que otra película que, por lo demás, jamás se ha pensado en denominar película de serie «A»; así como un fabricante de cigarrillos que hace imprimir en sus paquetes»Clase A» nos quiere dar a entender que sus cigarrillos son superiores a otros…por razones muy diferentes, pero no obstante relacionadas con nuestro propósito, notaremos que muchas compañías se esfuerzan, en el título de su razón social, por lograr siglas tales como «AAA»,»ABC»,»AAAC», etcétera, de manera que puedan figurar así entre las primeras de los anuarios profesionales.
En cambio , un estudiante prefiere tener un apellido cuya inicial se sitúe en la mitad del alfabéto: tendrá menos posibilidades de ser preguntado en clase» .(Georges Perec Pensar/clasificar)