- » «…El problema de» la escritura de la vida» para un novelista, reside en que la vida posee una cualidad o característica antagónica a la ficción. Es informe, no apunta a nada ni se agrupa en torno a nada, y carece de coherencia. Artísticamente está muerta. la vida está muerta. Sólo artísticamente. en términos realistas prácticos y materiales, por supuesto, la vida rebosa energía y entusiasmo, y posee todo lo que se puede decir de ella. pero luego la vida termina, mientras que el arte perdura cuando menos algo más de tiempo (Martin Amis Desde dentro, pag 18)