Dolor
1. » Siempre tiene el lado positivo
El verdadero siempre es contenido» (Gustave Flaubert Diccionario de lugares comunes)
2. » El tema del dolor es el asunto que me ocupa. Dar significado y forma a la frustación y al sufrimiento. Hay que darle un aspecto formal abstracto a lo que ocurre a mi cuerpo. Así que se podría decir que el dolor es el rescate del formalismo….no puede negarse la existencia del dolor. Yo no propongo remedios ni excusas. Simplemente quiero examinarlo y hablar sobre él. Sé que no puedo hacer nada para eliminarlo o suprimirlo. No puedo hacerlo desaparecer; está ahí para quedarse (louise Bourgueais, Celdas)
3. » Las celdas representan distintos tipos de dolor: el físico, el emocional y el psicológico, y el mental e intelectual. ¿ Cuando se hace físico el emocional? ¿ Cuando se hace emocional el físico ? es un círculo que gira y gira. El dolor puede comenzar en cualquier punto y girar en cualquier dirección (Louise Bourgueais Celdas)
4. «El dolor es un motor creativo tanto desde el impulso emotivo como del racional e instintivo, pero en el arte su plasmación no es reflejo inmediato de él, sino la posterior elucubración del artista cuando con su mirada pretende retratar el sufrimiento que acontece en el individuo” ( Kepa Murua Del interés del arte por otras cosas)
5. » A fuerza de repetirlas, las palabras van perdiendo poco a poco su significado, y el dolor que llevan consigo se atenúa» (Agota Kristof, El gran cuaderno, 1988)
6. » Hay un peligro en el dolor, así como hay un peligro en la felicidad, respecto a las cosas que escribimos. Porque la belleza poética es un conjunto de crueldad, de soberbia, de ironía, de ternura carnal, de fantasía y de memoria, de claridad y de oscuridad, y si no conseguimos obtener todo esto junto, nuestro resultado es pobre, precario y escasamente vital.» ( Natalia Ginzburg Las pequeñas virtudes pag 101)
7. » Prefiero mil veces escribir cuando me siento feliz y lo hago cuando tengo la suerte de sentirme así. No creo que el dolor sirva de inspiración artística. Hay demasiado dolor. Podemos vivir perfectamente sin él. Si nos deja, claro.» (Charles Bukovski La enfermedad de escribir, pag 216