Envidia

1. » Se dice que Stalin ni siquiera se molestó en leer a Babel antes de firmar personalmente la orden de ejecución, en 1939. La historia cuenta que Stalin llamó por teléfono a Ilya Ehrenburg (un novelista y propagandista de origen judío) en mitad de la noche para preguntarle si este Babel del que todos hablaban era un buen escritor. Ehrenburg, con valentía, vale aclarar, respondió afirmativamente. «Una lástima» dijo Stalin y colgó.» ( ¿Hay alguien ahi? Peter Orner, pags162-163)