Olas

» La cuestión estaba en saber como empezar, donde había que dar la primera pincelada. Una simple línea trazada sobre el lienzo comprometía a continuadas e irrevocables decisiones, entrañaba riesgos sin cuento. Todo lo que parecía simple en la imaginación se convertía inmediatamente en algo muy complejo al ser llevado a la práctica, de la misma manera que las olas pueden ser consideradas desde la cumbre de un acantilado como un conjunto de formas simétricas, pero quien se encuentra nadando en medio de ellas las ve separadas unas de otras por profundos abismos y crestas espumantes. Y sin embargo había que correr el riesgo, había que dar la primera pincelada ( Virginia Wolf Al Faro pag 215)