Hielo

1.» El amante quiere que el hielo sea hielo y que aun así no se derrita en tus manos. El lector quiere que el conocimiento sea conocimiento y que aún y así permanezca fijo en una página escrita. Semejantes deseos no pueden evitar ser dolorosos, al menos en parte, porque nos colocan en un punto ciego desde el que observamos cómo el objeto de nuestro deseo desaparece dentro de sí mismo» (Eros. Poética del deseo Anne Carson. pag 181). Ver deseo